Mitzvá
Cuando un varón judío llega a la edad de 13 se transforma en un Bar Mitzvá o “Hijo de Mitzvá” y una niña al llegar a la edad de 12 se transforma en una Bat Mitzvá o “Hija de Mitzvá”.
La idea es que a partir de esa edad son considerados suficientemente maduros como para ser responsables por sus acciones y a partir de ese momento son judíos plenos, cargados con la obligación de cumplir con las “Mitzvot”. De ahí el término “Hijo (o “Hija”) de la Mitzvá.”
Pero, ¿qué es, exactamente, una “Mitzvá” (en plural Mitzvot)?
A menudo se usa la palabra Mitzvá como sinónimo con “Buena acción”. En ese contexto se usa a menudo con su pronunciación en ídish: Mítzve
La raíz etimológica de la palabra Mitzvá es «tzav» u orden. Mitzvá, entonces, quiere decir una orden, particularmente una orden Divina.
Según las enseñanzas jasídicas, la palabra Mitzvá está relacionada también con la palabra «Tzavta» o sea, unión. El significado de la palabra Mitzvá según esta perspectiva sería unión o nexo.
Estas dos acepciones están relacionadas conceptualmente: el objetivo principal de la orden Divina es forjar una conexión con el ordenado. O sea, D-os nos pidió que hagamos determinadas cosas para darnos la posibilidad de lograr y expresar nuestro vínculo con él.
El origen de las Mitzvot está en la Torá. A partir del éxodo de Egipto, en el Monte Sinaí y lo largo de los 40 años en el desierto, D-os le fue dictando los pormenores de las 613 Mitzvot a Moshé quien las documentó en los 5 libros del Pentateuco. Son la columna vertebral del judaísmo.
Las 613 Mitzvot, conocidas también como Tariag Mitzvot (ya que las letras hebreas Tav Reish Yud Guímel tienen el valor numérico de 613) se dividen en distintas clasificaciones. Hay Mitzvot que rigen nuestra conducta Bein Adam Lamakom (entre el hombre y D-os) y hay otras que definen cómo debe ser nuestro com- portamiento Bein Adam Lejaveiró (para con el prójimo). Ejemplos de la primera categoría son Shabat y Kashrut; ejemplos de la segunda categoría son No Robar y No Matar. De hecho, cada Mitzvá Bein Adam Lejaveiró es también un deber Bein Adam Lamakom. Cuando uno atenta contra el prójimo, está atentando también contra D-os. En el judaísmo, la ética terrenal y la celestial van de la mano…. (Es por eso que se equivocan los que señalan al asesino que mató a Itzjak Rabin como ejemplo del “fanatismo religioso”. En el momento que apretó ese gatillo, dejó de ser “religioso”, ya que la prohibición de No Asesinarás no es sólo un crimen para con el prójimo; es también (o mejor dicho, antes que nada) un pecado para con D-os.)
Otra manera de “clasificar” las Mitzvot es en cuanto a su racionalidad. Hay tres categorías: 1) Eidot, 2) Jukim y 3) Mishpatim.
“Eidot” son las Mitzvot testimoniales tales como Shabat y Pésaj que vienen a atestiguar sobre algo. Shabat reafirma la creación del universo, mientras que Pésaj atestigua al Exodo.
"Jukim” son los estatutos, las órdenes Divinas que no vienen acompañadas por ninguna explicación racional. Ejemplos de esta categoría son la prohibición de comer cerdo, no mezclar carne con leche y no vestirse con ropa que tenga una mezcla de lino con lana.
“Mishpatim” son las mitzvot más racionales como, por ejemplo, No Asesinar y No Robar.
¿Por qué cumplir con los pedidos irracionales?
Hay quienes tratan de “maquillarlos” con explicaciones racionales con la esperanza de lograr así una “novia más presentable”…
En las enseñanzas jasídicas encontramos la siguiente aproximación al tema. Siendo que la esencia de las Mitzvot es habilitar la conexión entre el Ordenador y el ordenado, no importa tanto la racionalidad de las mismas ya que la fundamentación es la voluntad Divina y no la racionalidad. Al contrario, es más fácil sentir la conexión en aquellas Mitzvot que no tienen explicación racional que en aquellas que sí la tienen.
Para entender este concepto tan aparentemente contraintuitivo podríamos utilizar el siguiente ejemplo de la vida cotidiana: Cuando mi esposa me pide que haga algo cuyo beneficio entiendo, al cumplir con su pedido, lo hago porque entiendo su valor y expreso por medio de ello mi inteligencia. Imaginémonos, en cambio, el caso en el cual me pide hacer algo que no tiene ninguna justificación racional y objetiva, siendo nada más que su deseo personal, al cumplir con ese pedido estaría expresando mi respeto y valoración por ella.
Del mismo modo, cuando uno abstiene de mentir o de robar, es difícil que de esa manera manifieste su vínculo con D-os, ya que lo más probable es que lo esté haciendo por ser una persona decente y por entender que no debería hacerlo. En cambio en el caso de abstener de comer comida no kasher, por ejemplo, cosa que no tiene ninguna obligación racional en hacerse, expresa su vínculo con D- os y sus ganas de fortificar ese vínculo.
A lo largo de la historia nuestros sabios han encontrado muchos beneficios en el cumplimiento de las Mitzvot además del vínculo con D-os que nos posibilita. Entre las recopilaciones más conocidas están el Séfer Hajinuj de Rabí Abraham Halevi y el Séfer Hamitzvot de Maimónides.
Las 613 Mitzvot se componen de 248 obligaciones y 365 prohibiciones. Las 248 obligaciones corresponden a los 248 órganos del cuerpo humano y las 365 prohibiciones corresponden a los 365 días del año solar como también las 365 venas y arterias.
Según las enseñanzas kabalísticas, el alma también se compone de 613 poderes, cada uno de los cuales se nutre de una de las Mitzvot. El alma vendría hacer como una conexión “banda ancha” compuesta de 613 canales que nos conecta con D-os. Cada Mitzvá que hacemos fortifica el canal correspondiente y cada trasgresión o incumplimiento lo debilita.
Esto debería hacer pensar al que dice: “no cumplo con tal o cual precepto porque no soy religioso, no lo siento o no soy creyente”… Quizás la relación causa-efecto está invertida y al cumplir con la Mitzvá empezará a sentir, creer y sentirse más “religioso”…
Dicho sea de paso, hoy en día no es tan difícil cumplir con todas las Mitzvot, ya que, dadas las condiciones actuales, hay nada más que 270 Mitzvot que son posibles de cumplir.