El Idish
A lo largo de la historia el judío tenía un idioma para uso diario, reservando el hebreo para el rezo o estudio de textos sagrados. En tiempos bíblicos y talmúdicos fue el arameo, más tarde los judíos ashkenazíes de Europa central y oriental adoptaron el Idish (de la palabra Yid, o judío), un idioma basado en el alemán y los Sefaradíes el Ladino, un idioma basado en el español. Se consideraba sacrilegio utilizar la Lengua Sagrada para uso cotidiano.
Si bien el Idish no es un idioma sagrado, es un idioma muy judío, por lo menos para los judíos Ashkenazíes, durante más de mil años.
Muchos conceptos, ideas y sentimientos no se traducen adecuadamente a otros idiomas. Ni hablar de los gestos que acompañan muchas de las expresiones. El Idish vendría a ser un idioma audiovisual, de hecho.
Me hace recordar una historia que escuché del Sr. José Jerozolimiski, z”l:
Había un barco que naufragó. Dos de los pasajeros llegaron finalmente a la orilla donde se encontraron con un amigo que les pregunta:
¿Cómo hicieron para llegar, si ni saben nadar?
“No estábamos nadando,” aclararon, “simplemente estábamos discutiendo…”
Quizás haga falta saber hablar Idish para entender el chiste y poder visualizar las gesticulaciones que permitieron que lleguen a la orilla a salvo…
Veamos algunas de las expresiones sui generis del Idish:
Najes
Najes se traduce generalmente como satisfacción. Pero es una traducción muy pobre al lado de su verdadera connotación y uso. Najes es la sensación que un padre siente cuando ve que su hijo es exitoso. Idishe najes es un calor interior que se obtiene cuando el hijo es exitoso en su crecimiento judío.
Jutzpe
Jutzpe es una variación del original hebreo de Jutzpá. Se traduce generalmente como insolencia. Pero sería una Jutzpe implicar que Jutzpe es nada más que insolencia…
Un ejemplo de Jutzpe es llamar a soporte técnico para pedir ayuda con un programa pirateado…
Hak nisht kein tsháinik
El Idish es un idioma muy rico y muy expresivo. Por ejemplo, cuando alguien te está volviendo loco con alguna idea descabellada, puedes decirle que se calle o puedes decirle Hak nisht kein tsháinik, o sea “no golpees la pava”, pero en Idish tiene otro Táam, o gusto.
Además de lo meramente folklórico y cultural, el Idish ha sido el medio de comunicación académico a través del cual se han transmitido y desarrollado las ideas más profundas y sublimes del pensamiento judaico. Esto ha llevado al desarrollo de todo un léxico necesario para el desarrollo y la comunicación de dichas ideas. Hasta el día de hoy el Idish es el idioma que se usa para conversar en las Ieshivot de línea jaredi como también jasídica.
Lejos de ser un idioma en extinción, es un idioma que goza de un renacimiento, con cada vez más parlantes. A mi nieto le hablamos en Idish...
Trajt gut, vet zain gut
Una de las expresiones en Idish más poderosas - para mi - es: Trajt gut, vet zain gut. O sea, “piensa bien; va a estar bien”. Más allá de ser un lindo refrán, engloba en sí una poderosa filosofía de vida. Mirar la vida con optimismo hace que las cosas aun programadas para ser negativas se reprogramen para bien.
Lejatjile Aríber
Una expresión muy linda, usada frecuentemente por el quinto Rebe de Jabad, Rabí Shmuel Schneerson, ztz”l, conocido como el Maharash, es: Lejatjile Aríber, o “desde el comienzo [vete] por arriba”.
La idea es que muchas veces ante los obstáculos y desafíos en la vida uno busca resolverlos primero por medios convencionales y recién cuando estos intentos fracasan busca recurrir a métodos menos convencionales, yendo “por arriba”. La idea englobada en el dicho es que hay que ir de entrada por arriba, sin perder tiempo en tratar de resolver los temas yendo por abajo.
Es una expresión que he escuchado del Rebe, zi”a, muchas veces y expresa un aspecto muy importante de su filosofía de vida. No hay tiempo para perder intentando soluciones de segunda; hay que ir lejatjile aríber, directamente “por arriba”.
El Idish ayer y hoy
Cuando los inmigrantes llegaron a las américas desde Europa trajeron consigo una muy rica cultura en Idish. En el Uruguay hubo varios diarios y semanarios en Idish. Me acuerdo la emisión radial diaria del Sr. Jerozolimski, z”l, Di Idishe Shu (la hora judía) durante la cual transmitía las noticias del mundo en Idish. Fue un verdadero farguenign escucharlo.
Hubo una época en la que, dada la población de inmigrantes y sus hijos que hablaban el Idish, la siguiente anécdota pudo fácilmente haber sido no un chiste, sino una realidad.
Cuentan de unos judíos que se sentaron a comer en un restorán chino kasher en algún barrio judío de Nueva york. El mozo, chino, tomó su pedido en Idish y los atendió hablando un Idish perfecto.
Cuando el dueño del establecimiento se les acercó para ver si estaba todo bien, le manifestaron su asombro ante el hecho que el mozo chino les hablara en Idish.
“Shhhh, no lo digan en voz alta,” les pidió el hombre. “El cree que le estamos enseñando hablar inglés…”
Hay muchas comunidades hoy en día, incluyendo la uruguaya, donde el Idish ha perdido mucho su presencia. Es una lástima por la pérdida de todo el acerbo cultural que esto implica. Más doloroso aún es la pérdida del Idishkait, la forma de pensar y sentir judías, independientemente del idioma o las palabras especificas que uno utilice para expresarlo.
Idishe Najes, por ejemplo, no es simplemente una expresión; es un valor. Una meta. Una aspiración.
¿De qué manera se transmite hoy ese valor y objetivo de la vida a la nueva generación? Hoy se pone más importancia sobre metas universales o personales. No se habla de metas judías. Sin las palabras Idishe Najes, ¿cómo aprende la nueva generación sobre si quiera la existencia del concepto, ni hablar de su importancia?
Es un desafío, sin duda, pero no uno que no se pueda superar. Hace falta estar consciente de lo que se está perdiendo y buscar la manera de recuperar y trasmitirlo.
Habrá quienes dirán que la educación judía está dando buenos resultados así como está. En respuesta, cabe recurrir a otro refrán en Idish: Az gut is gut is beser nisht beser? (Si “bien” está bien, ¿“mejor” no está mejor?)